¿Qué es la impresión digital?
La impresión digital es básicamente lo que hoy en día te permite tener cualquier cosa impresa en un abrir y cerrar de ojos. ¿Te acuerdas de cuando todo era más lento y costoso con esos rollos gigantes y planchas de metal? Bueno, eso ya quedó atrás. Ahora, mandas un archivo desde tu compu y pum, en nada tienes lo que quieras impreso, sin tanto rollo.
¿Qué tiene de bueno?
- Es rápida: Nada de estar esperando horas a que alguien prepare todo, aquí es directo. Haces clic, esperas un rato, y listo.
- Te ahorras un dinerito: Para tiradas pequeñas, olvídate de la impresión clásica que te sacaba hasta las lágrimas por el precio. Aquí solo pagas lo justo.
- Puedes personalizarlo todo: Si quieres poner el nombre de cada uno de tus amigos en un folleto o hasta un insulto diferente en cada póster, la impresión digital te lo permite. Cada hoja puede ser distinta.
¿Para qué sirve?
Para todo lo que te imagines. Desde imprimir un cartel para la fiesta de tu primo hasta hacer etiquetas para las botellas de vino que te regaló tu vecino raro. Y si te da por irte de emprendedor, puedes hasta hacer packaging bonito y personalizado con facilidad.
- Folletos y carteles: Perfecto para decir que vendes cosas o promocionar tu evento del sábado.
- Fotos: Si eres de los que aún imprimen fotos, la impresión digital te las deja como nuevas.
- Empaques y etiquetas: Si tienes un producto que vender, esto te soluciona la vida. Personalizas cada tirada sin gastar de más.
¿Y qué hay del medio ambiente?
Aquí viene lo bueno: como no hay que usar tantos químicos ni planchas metálicas de esas que seguro contaminaban lo suyo, la impresión digital parece ser menos dañina. Pero, claro, todo depende de qué materiales y tintas uses, que tampoco vamos a pensar que es magia verde.
Al final, la impresión digital es lo que hay para cuando no tienes ni tiempo ni ganas de andar complicándote la vida, pero necesitas algo impreso. No es ciencia espacial, es pura practicidad.
No todo es perfecto
Vale, no te voy a vender que la impresión digital es la panacea de la tecnología. Tiene sus desventajas, como todo. Para empezar, si lo que quieres es imprimir un millón de folletos para empapelar la ciudad, entonces igual te sale más caro que la impresión clásica, porque para tiradas largas, lo de siempre sigue siendo más barato. Y luego está el tema de la calidad: aunque ha mejorado muchísimo, si eres de los que tiene ojo biónico y te fijas hasta en el más mínimo detalle, puede que en algunas cosas no te convenza tanto como una impresión offset, que sigue siendo la reina de la precisión.