Foto-video: la mezcla de dos mundos que no sabías que necesitabas
El foto-video es como si las fotos y los vídeos hubieran tenido un hijo, y la verdad es que a veces es lo mejor de ambos mundos. Ya no tienes que elegir entre capturar un momento congelado o grabar todo el show en movimiento, porque el foto-video combina esos dos formatos de una manera bastante curiosa.
¿Qué demonios es un foto-video?
Vamos al grano. Un foto-video es básicamente un clip de vídeo que parece una foto al principio, pero luego ¡sorpresa!, empieza a moverse. Es como si te quedaras mirando una imagen en tu teléfono y, de repente, algo en la escena empieza a cobrar vida. ¿Sabes esos GIFs que ves en todas partes? Pues imagínate algo parecido, pero con un toque más artístico o emocional.
¿Para qué sirve?
No te voy a mentir, esto no es para cualquiera. No vas a hacer un foto-video de la cena del viernes con tus colegas (a menos que seas muy pretencioso). Sin embargo, tiene su encanto en momentos especiales. Te dejo algunos ejemplos para que veas dónde encaja:
- Bodas: En lugar de solo tener fotos o vídeos, el foto-video te permite capturar esos pequeños detalles, como el velo de la novia moviéndose con el viento, mientras todo lo demás queda estático.
- Redes sociales: Si te dedicas a vender cosas en Instagram o eres creador de contenido, este formato puede hacer que tus publicaciones destaquen. Es un buen gancho para captar la atención de esa gente que siempre está scrolleando sin parar.
- Publicidad: Las marcas lo están usando a lo loco. Un producto que parece estático de repente cobra vida, y eso hace que la gente se quede mirándolo dos segundos más, lo cual en el mundo de la publicidad es oro puro.
¿Cómo lo haces?
No necesitas ser Spielberg ni tener una cámara carísima para hacer un foto-video. La mayoría de los teléfonos móviles ya vienen con aplicaciones que te permiten crear este tipo de contenido en unos pocos clics. Apps como Boomerang o Pixaloop son solo algunos ejemplos de lo que puedes usar sin romperte la cabeza.
Ahora, si te lo tomas más en serio, puedes hacerlo con una cámara decente y editarlo en software como Adobe Premiere o After Effects. Claro, ahí ya necesitas algo de paciencia y maña, pero nada que un par de tutoriales en YouTube no te solucionen.
¿Es una moda o vino para quedarse?
La verdad, esto del foto-video tiene pinta de ser más una moda pasajera que una revolución, pero mientras dure, ¿por qué no subirse al tren? Es divertido, diferente y, sobre todo, es una manera de destacar en un mundo donde la gente ya está harta de ver lo mismo todo el rato.
El lado práctico
Si te dedicas al marketing o eres un fotógrafo buscando algo fresco para ofrecer a tus clientes, el foto-video puede darte ese plus que te diferencie. No necesitas cambiar todo tu negocio a este formato, pero tenerlo en tu arsenal puede abrirte puertas. Y si solo lo haces por diversión, pues tampoco está mal: al menos tendrás algo más interesante para postear que las mismas fotos aburridas de siempre.
En resumen, el foto-video es un experimento curioso que mezcla lo mejor de la foto y el vídeo. No es la octava maravilla del mundo, pero tiene su momento y lugar, sobre todo en redes y eventos especiales. ¿Que si te va a cambiar la vida? Probablemente no. ¿Que puede hacer que tu contenido tenga más gancho? Definitivamente sí.
